viernes, 9 de agosto de 2013

Estimulacion Temprana (Wendy)

Estimulación Temprana



Ante todo, estimular significa incitar, avivar o invitar a la ejecución de una cosa.
Muchos han dado definiciones de lo que es la estimulación temprana, así mencionaremos algunas:
Según Rosa Richter de Ayarza:
“Llamase Estimulación Temprana al conjunto de acciones y motivaciones ambientales que se ofrecen al niño desde aun antes de su nacimiento para ayudarlo a crecer y desarrollarse saludablemente”.
Elsa Figueroa de Camacho la define como:
“Una serie de actividades efectuadas directamente o indirectamente desde la más temprana edad, dirigidas a proveerle la mayor cantidad posible de oportunidades de interacción efectiva y adecuada con el medio ambiente humano y físico, con el fin de estimular su desarrollo general o en áreas específicas”.

El doctor Hernán Montenegro la define como:
“El conjunto de acciones tendiente a proporcionar al niño las experiencias que éste necesita desde su nacimiento, para desarrollar al máximo su potencial psicológico. Esto se logra a través de la presencia de personas y objetos en cantidad y oportunidad adecuada en el contexto de situaciones de variada complejidad, que emergen en el niño un cierto grado de interés y actividad, condición necesaria para lograr una relación dinámica con su medio ambiente y un aprendizaje efectivo”

Se conoce como Estimulación Temprana todas las actividades de contacto o juego con un bebe o un niño para propiciar, fortalecer y desarrollar su potencial humano. El que este sea. Si el niño es superdotado se fortalecerá su potencial. Si el niño tiene algunas carencias la estimulación temprana fortalecerá y sacará el mejor partido a su potencial humano.

Si bien el término es relativamente nuevo, las técnicas y su aplicación son tan antiguas como la humanidad misma. Todo gira alrededor del niño y sus fundamentos parten de descubrimientos científicos que remarcan la importancia de la primera infancia.

La doctora María Montessori, con sus estudios del niño y sus aportaciones sobre el desarrollo y educación de los sentidos es, tal vez, la gran precursora de este movimiento que hoy llamamos aprendizaje temprano.
La estimulación temprana no depende de la edad del niño sino de la oportunidad que se le haya dado de recibir estímulos.

¿A qué llamamos inteligencia? A la capacidad de resolver problemas y de encontrar buenos resultados por diferentes caminos. La inteligencia se construye. Cuando nace el cerebro del niño pesa de media 400gramos, al año pesa un kilo doscientos.

Existen millones de conexiones nerviosas en el cerebro que deben realizarse, sobre todo en los primeros años, y que dependen en gran parte de los estímulos externos. Estos estímulos, tanto en calidad como en número, en los primeros años dependen de la madre. Por instinto la mayoría de las madres ha cantado y mecido a su bebé en brazos desde hace siglos. Hoy día se conocen científicamente los beneficios del balanceo y de las canciones como fórmulas para mejorar el equilibrio del bebé y su sentido auditivo.

Se consigue la estimulación oportuna mediante la repetición útil de diferentes actividades sensoriales que aumentan, por una parte, el control emocional, proporcionando al niño una sensación de seguridad y goce; y por otra, amplían su habilidad mental, pues desarrolla destrezas para estimularse a sí mismo a través del juego libre y del ejercicio de la curiosidad, la
exploración y la imaginación.

EL POR QUÉ Y PARA QUÉ DE LA ESTIMULACIÓN TEMPRANA

Es evidente que no existe un nivel de inteligencia fijo. Este puede ser cambiado y desarrollado por el medio ambiente, especialmente en los primeros años de vida.
La estimulación temprana convenientemente manejada puede producir grandes cambios en el funcionamiento del cerebro y el desarrollo mental.

Los cambios en la capacidad mental son mayores en el período de en que el cerebro crece con mayor rapidez. A partir del nacimiento el crecimiento es decreciente, en consecuencia conviene estimular aquella capacidad en los niños.

En ningún período de su vida, el niño desarrolla con mayor rapidez que durante los primeros años de vida. A los adultos les corresponde alentar o retardar este avance.
Existe un límite de tiempo para la activación fácil de las células cerebrales, pasado el cual se producirán situaciones tal vez irreversibles.

Los niños estimulados desde su nacimiento han logrado el mayor desarrollo orgánico y funcional de su sistema nervioso y de sus órganos de contacto y de intercambio con su mundo externo, además, de un equilibrio adecuado en su crecimiento físico, intelectual y emocional.

Conviene dejar sentado, por último, que contrariamente a lo que muchas personas piensan, la estimulación temprana no es una forma de avivar la inteligencia de los niños, únicamente.

La estimulación temprana en última instancia desarrolla la personalidad, involucrando o impidiendo simultáneamente en las tres esferas: intelectual, bio - psicomotora y socio-emocional; por estas razones se encuentra estrechamente ligada a la alimentación, en primer lugar, a la vida familiar  y al ambiente total que rodea al niño y que se exige sea favorable para su auspicio y normal desarrollo.

¿QUÉ SON LOS PROGRAMAS DE ESTIMULACIÓN TEMPRANA?

Es una manera muy especial de contactar y divertirnos con el niño, siguiendo los ritmos que nos marque, animándole y teniendo fe en sus posibilidades, siendo creativos e imaginativos, inventando cosas nuevas y llevándolas a la práctica observando los resultados.

Es prevenir y mejorar posibles déficits del desarrollo del niño.
Apuntan a normalizar sus pautas de vida.
Es enseñarle a mostrar una actitud ante las personas, juguetes...es decir, fijar su atención y despertar su interés ante los acontecimientos de la vida.
Es poner los cimientos para facilitar el crecimiento armonioso y saludable, así como para el posterior aprendizaje y personalidad del niño.
Es trabajar en una serie de tareas de una manera constante, pero introduciendo una pequeña novedad. Si no hay suficiente constancia en los aprendizajes, no aprenderá la tarea y se le olvidará rápidamente, y si la novedad es excesiva se va a desconectar y abrumar.
Es un programa que pretende favorecer la autonomía del sujeto, y lograr un nivel socioeducativo aceptable.


¿QUÉ NO SON LOS PROGRAMAS DE ESTIMULACIÓN TEMPRANA?
No es hacer una tarea mecánica y repetitiva hasta que lo aprenda de memoria.
No es, intentar conseguir una respuesta positiva siempre que trabajemos con él, y frustrarnos si no lo logramos.


¿POR QUÉ SE ACTÚA TAN TEMPRANAMENTE?
Estos programas van dirigidos a la primera infancia, ya que en estas primeras edades se desarrollan y maduran las capacidades fundamentales y prioritarias: área del lenguaje, sensorial, física, psicológica, aunque se llevarán a cabo de una manera global. Es un periodo vital, caracterizado por un potente ritmo evolutivo, donde la capacidad de adaptación del sistema nervioso y del cerebro es un factor determinante para el desarrollo posterior. Por este motivo, se debe posibilitar que las primeras experiencias del niño con el mundo exterior, garanticen el máximo desarrollo global de todas sus capacidades.

BENEFICIARIOS DE LA ESTIMULACIÓN TEMPRANA.
Se habla de recién nacidos y niños prematuros, pero aún de embarazadas como objetivos de esta acción. El hincapié en la primera infancia no hizo olvidar a los niños en edad preescolar. Se consideran los resultados positivos de esta estimulación en niños con enfermedades genéticas, como el Síndrome de Down y el Síndrome de X frágil, enfermedades metabólicas como la galactosemia, el retardo psicomotor y el déficit sensorial auditivo y visual, así como el grupo más sufrido de los niños sordo-ciegos.

También se consideró la desnutrición, las cardiopatías, los convalecientes de infecciones graves del SNC como las meningitis purulentas y, en general, los egresados de las unidades de terapia intensiva, tanto neonatales como pediátricas. Se consideraron aspectos novedosos como la determinación de niños "en riesgo" para la precoz detección, prevención o rehabilitación de posibles secuelas.

La parálisis cerebral infantil, el déficit intelectual, los trastornos del lenguaje, así como los trastornos psíquicos graves, como el autismo y aún algunas enfermedades progresivas del SNC, como el Síndrome de Rett, pueden ser estimulados tempranamente. Se le da importancia  al tratamiento de la familia de los discapacitados, intentando actuar sobre los padres y con ellos mismos, para generar un nuevo equilibrio en el medio familiar.

La Estimulación Temprana SI es:
  •          Una manera muy especial de contactar con el niño.
  •    Una profundización en el conocimiento de los estados del niño, sabiendo cuándo es el mejor momento de jugar con él.
  •   Divertirnos con el niño, animarle, seguirle en los ritmos que nos marca y  tener fe en sus posibilidades, siendo creativos e imaginativos, observando los nuevos resultados.
  •    Enseñarle a mostrar una actitud ante los juguetes, las personas, despertando su interés ante los eventos de la vida.
  •      Empezar a comprender la causa y el efecto.
  •    Trabajar en una serie de tareas de modo constante, siempre introduciendo alguna pequeña novedad, si no hay constancia no se podrá avanzar. Si el objetivo es conocido y lo domina bien se cansará y dejará de colaborar.
La Estimulación Temprana NO es:
  •     Una tabla de ejercicios de gimnasia para niños, realizados sin contar con su colaboración, trabajándolos como objetos y sin importar el estado emocional de estos.
  •       Hacer una serie de ejercicios de modo exhaustivo, a veces durante casi todo el día, quedando insatisfechos los padres si un día no pueden realizarlos.
  •         Una obligación pesada, que se hace de manera rutinaria y aburrida, con pocos deseos y porque "así lo han indicado".
  •         Intentar conseguir una respuesta positiva siempre que trabajemos con el niño y frustrarnos cuando no se logra.
  •         Hacer una tarea mecánica y de manera repetitiva hasta que salga a la perfección.
Existen dos vertientes entre los profesionales de la estimulación temprana:
  •        Unos ponen el acento en las relaciones entre los padres y el niño. Trabajan con la familia como núcleo importante de crecimiento y desarrollo.
  •         Otros piensan que aunque hay que ayudar a los padres, el trabajo con el niño es lo primero, como sujeto a estimular.
Hay familias muy equilibradas que dan a la estimulación temprana el lugar que le corresponde, el de una verdadera acción global que mucho puede ayudar al niño y a los padres. Logrando cumplir con el programa en casa, de modo relajado, aprovechando el ambiente natural con las posibilidades estimulativas que el mismo tiene. Estos padres se centran en un solo programa de estimulación, aprenden a jugar con el niño, no dependen de modo exclusivo de la valoración profesional. Adquieren seguridad y confianza en sus posibilidades, no ignorando sus propias limitaciones.

Hay otras familias que tienen más dificultades en la comunicación con el niño y en comprender la magnitud de su problema. El programa puede ser para ellos como "vara mágica" que habrá de sacar al niño adelante. Están ansiosos de recibir guías, programas y medicamentos.

No debe olvidarse que cada niño responderá de modo diferente ante la estimulación temprana, considerando los antecedentes y su medio familiar, sólo se le debe comparar con él mismo.

La evaluación continuada es fundamental, pueden usarse instrumentos como el test de Bayley y la valoración neurológica en cada control para valorar su neuro-desarrollo.

Ante el niño con enfermedad motora de origen cerebral ya establecida existen diferentes modalidades terapéuticas junto a la estimulación temprana, no son contrapuestas entre sí, más bien son complementarias.

Para mejorar la estimulación temprana
Siempre debemos tener en cuenta:
  •          El nivel evolutivo de cada niño es particular y único.
  •          Las necesidades y preferencias son específicas de cada niño.
  •          Las capacidades del niño, -su fuerza, su habilidad manual, su madurez intelectual, entre otras- deben estar en consonancia respecto a las exigencias del juguete.
  •          Cuáles son las capacidades que se desean potenciar en el niño.
  •          Definir y conocer las características del medio ambiente del niño: la disponibilidad de espacio, de tiempo, de compañeros de juego.
  •          Las diferentes características de los juegos: solitarios, de grupo, de competencia, de agresividad, de colaboración.
  •          El desarrollo de las diferentes funciones en el niño a través de juguetes suficientes y variados.
Las experiencias de aprendizaje del bebé dependerán a como la madre intervenga en ellas. La actitud de la madre hará que cada acontecimiento cobre significado por su bebé y se convierta en un desafío a superar, en una meta a alcanzar, o por el contrario, como una tarea que no tenga sentido intentar.

La estimulación temprana trata de generar un ambiente donde, en compañía de la madre, el bebé logre jugar "a su manera", y con sus propios tiempos, incentivándolo si se frustra. De esta forma se estará ayudando al bebé a convertirse en una persona con inquietudes por aprender más y capaz de adquirir confianza para enfrentarse a situaciones nuevas de manera independiente. A medida que crezca sus experiencias se irán complejizando y el aprendizaje será cada vez más enriquecedor.

CONSIDERACIONES PARA APLICAR LAS ACTIVIDADES 
  •          Se sugiere que las actividades se realicen diariamente o por lo menos tres veces por semana.
  •         El tiempo dedicado a las actividades varía según la edad del niño, por lo que se sugiere que durante el primer año de vida sea de 5 a 10 minutos, en el segundo año de 10 a 15 minutos, en el tercero y cuarto año de 15 a 20 minutos, por lo menos.
  •         Repetir cada actividad de tres a cuatro veces.
  •       Cuidar que el área donde se van a realizar las actividades se encuentren libres de obstáculos u objetos que puedan lesionar al niño, que tenga una adecuada ventilación, iluminación, libre  de ruidos, para que el ambiente le sea  agradable.
  •         Se debe utilizar material variado y atractivo para el niño. Si el niño se opone a realizar la actividad, no lo force, si es necesario cámbiela por otra.
  •         No realice las actividades después de que el niño haya ingerido alimentos (debe transcurrir de 30 a 45 minutos desde la última comida).
  •         En cada sesión realizar de tres a cuatro actividades como máximo. Ofrezca al niño seguridad y confianza en la realización de las actividades.
  •         Estimule al niño a realizar las actividades, festeje sus logros y hágalo sentir importante.
  •         Al realizar las actividades procure que el niño esté con la menor ropa posible (pañal, camiseta, short o pantalón cómodo y tenis).
  •         Acompañe el desarrollo de las sesiones con rimas, cantos, juegos o música.
  •          Las actividades llevan una secuencia lógica para su aplicación, por lo tanto, es importante que el aplicador respete este orden, en las edades comprendidas de 45 días a los dos años.
  •         Las actividades sugeridas para los niños de 2 a 4 años, pueden elegirse a criterio del aplicador ya que éstas no llevan un orden progresivo en su aplicación.
  •         Explique las actividades con lenguaje sencillo, de manera que el niño pueda comprenderlo y realizar el ejercicio.
  •        Cuando el ejercicio se realice por primera vez, no debemos esperar que se haga bien, una vez aprendido podemos pedirle que poco a poco lo perfeccione.
  •         En la realización de los ejercicios,  bríndele ayuda al niño si lo solicita y cuando no lo realice adecuadamente.
  •         Cuando el niño ya conozca los ejercicios es conveniente cambiarlos. No establezca comparaciones entre  los niños para la realización de las actividades, ya que cada uno tiene su propio ritmo de desarrollo.
  •         Inicie con las actividades más sencillas y continúe con las más difíciles.
  •       Las actividades de relajación sugeridas para las edades de 45 días a 2 años pueden realizarse indistintamente, por ejemplo, una actividad de relajación de 3 a 6 meses de edad, se puede utilizar también para los bebés de 9 a 12 meses y viceversa.

Objetivos
El principal objetivo consiste en convertir la relación y rutinas diarias en una estimulación agradable que mejore la relación educadoras/NNs, aumentando la calidad de las experiencias vividas y la adquisición de herramientas útiles para el desarrollo infantil.

¿Cómo me gustaría que fuesen mis hijos? esta es la pregunta que deberían hacerse los padres y maestros. En líneas generales, a la mayoría de los padres gustaría que sus hijos:
  •          Tengan buen carácter
  •          Sean responsables
  •          Se sientan queridos por los demás
  •          Les guste el estudio y el deporte
  •          Tengan buenos amigos
Para lograr este objetivo la estimulación temprana debe ser planificada, tener muy en cuenta la motivación e incluir:

 Desarrollo Cognitivo
Despertando los sentidos del bebé (olfato, oído, gusto, vista y tacto) para que pueda percibir y relacionar diferentes estímulos entre sí. Estos estímulos sensoriales son los primeros actos cognitivos y perceptivos que estimularán sus capacidades intelectuales.



Desarrollo Afectivo
Las caricias y los masajes pueden estimular al bebé (ya que activamos unas de las principales vías de entrada de estímulos) y colaborar en su desarrollo afectivo, cognitivo y motriz. Comenzar a practicar los masajes al bebé desde que nace es una ayuda valiosísima para favorecer sus primeras conexiones neuronales. Los masajes deben ser un juego para el adulto y el niño, además de un medio de comunicarse y estimular el desarrollo.

Con el roce de nuestras manos se produce un primer paso para la comunicación paterno-filial. Por tanto su desarrollo físico debe ir parejo con el emocional y afectivo, para ello, debemos realizar los ejercicios hablando continuamente con él.

     Desarrollo Motor
La dirección que sigue el desarrollo motor es de arriba a abajo, es decir primero controla la cabeza, después el tronco. Va apareciendo del centro del cuerpo hacia afuera, primero controla los hombros y al final la función de los dedos de la mano.
A partir del tercer mes, el bebé muestra gran interés por investigar y explorar; sus habilidades motrices le permiten manejar mejor su entorno y clasificar sus percepciones.
Al final del primer año, sus posibilidades motrices le abren nuevos campos de exploración. Es capaz de observar y atender con detenimiento lo que le interesa empleando bastante tiempo en ello.

 Elementos de la Motivación
Las razones que llevan a una persona (ya sea un niño, un adolescente o un adulto) a hacer una determinada acción están basadas en la motivación: darse gusto a uno mismo y/o dar satisfacción a alguien a quien queremos para que nos quiera a su vez.

Puede ser:
  •          Extrínseca: Cuando prima el tener y los objetivos son materiales.
  •           Intrínseca: Cuando prima el saber y los objetivos son intelectuales.
  •          Trascendente: Cuando prima el dar y los objetivos son altruistas.
Si acostumbramos a un niño a hacer las cosas sólo por dinero, no nos extrañe que de mayor sea un materialista. Si fomentamos en un niño que aprenda para ser el primero de la clase, puede ser que de mayor se estanque en el aprendizaje al no tener ya una clase con la que competir. La motivación ideal sería la que integra los diferentes objetivos.

Cómo Se consigue la Estimulación
El desarrollo del niño ocurre en forma secuencial, esto quiere decir que una habilidad ayuda a que surja otra. Es progresivo, siempre se van acumulando funciones primero simples, después complejas. Todas las partes del sistema nervioso actúan en forma coordinada para facilitar el desarrollo, cada área de desarrollo interactúa con las otras para que ocurra una evolución ordenada de las habilidades.
Se le debe hablar permanentemente al niño, comentarle todo lo que se esté haciendo, cantarle y leerles desde que nacen.
Al niño se le debe fomentar desde que nace a que se mueva. Para describir el desarrollo del movimiento se divide en motor grueso y motor fino.

Desarrollo Motriz Grueso
El área motora gruesa que tiene que ver con los cambios de posición del cuerpo y la capacidad de mantener el equilibrio.
Primero el bebé debe sostener la cabeza, después sentarse sin apoyo, mas tarde equilibrarse en sus cuatro extremidades al gatear y por último, alrededor del año de edad, ponerse de pié (pararse) y caminar. La capacidad de caminar en posición erecta es una respuesta a una serie de conductas sensoriales y motoras dirigidas a vencer la fuerza de gravedad.
Trabajar contra la fuerza de gravedad requiere de esfuerzo, por lo que el niño fácilmente se fatiga y se niega.

Estimulación Auditiva del bebé
(Optima de 0-6 meses)
Un recién nacido se encuentra perfectamente preparado y dispuesto para recibir estímulos auditivos.
Durante el primer mes de vida, es aconsejable dirigirse al bebé siempre de frente. Aproveche los momentos breves en los que está despierto el bebé para estimular su oído: el momento del baño y mientras come.
Cuando nos dirijamos al bebé hemos de recordar que su oído derecho es ligeramente más sensible que el izquierdo en los tres primeros meses de vida.
Hacer preguntas al niño tiene la ventaja de intensificar la participación, incluso en los muy pequeños. Dos reglas básicas son: una pronunciación exagerada y la creación de un diálogo a base de preguntas repetitivas.
Los niños con madres habladoras muestran mayor facilidad de palabra y un rendimiento mental superior.

DOMINIOS DEL DESARROLLO SENSORIOMOTOR
En esta edad se caracterizan por el uso de los reflejos: muestra solamente reacciones reflejas en respuestas a estímulos externos (hasta los 6 meses + o -), que luego se van a ir haciendo voluntarios y controlados.
No hay permanencia del objeto, ni relaciones espaciales entre ellos, ni entienden las relaciones causales, al igual que no hay juego intencionado.
Si se da una imitación o contagio vocal (si oye llorar él también llora).

DESARROLLO SOCIO-AFECTIVO.
Va a ir estableciendo vínculos afectivos con los que le cuidan (madre, padre o quién esté más frecuentemente con él).
El desarrollo social dependerá de las personas con las que el niño se vincule afectivamente.

DESARROLLO SENSORIOMOTOR.
El desarrollo es el siguiente:
  •         1 - 5 meses: dominio y control del cuello.
  •         6 - 10 meses: posición de sentado.
  •         8 -10-11 meses: desplazamiento a gatas (no se da obligatoriamente en todos los niños).
  •         8 - 11-12 meses: de pie.
Además irá formándose poco a poco “su imagen del cuerpo”.
La característica básica del desarrollo motor durante el primer año consiste en el paso, por parte del niño, de una actividad inicialmente refleja a otra progresivamente más voluntaria y más autónoma. Así, Piaget distingue 3 períodos en este año inicial:
  •         0 - 4 meses: Ejercicio de los Reflejos, caracterizado por reacciones circulares primarias y la adquisición de los primeros hábitos. Los movimientos que realiza no tienen ninguna finalidad en sí, sino que los realiza por pura impulsividad motriz. Los reflejos van comenzando a desaparecer, haciéndose cada vez más voluntarios, siempre centrados en su cuerpo.
  •       4 - 8 meses: Reacciones Circulares Secundarias, el niño realiza tentativas con el fin de conservar, a través de las repeticiones, lo que él considera divertido (por ej: tirar algo al suelo que suena).
  •         8 - 12 meses: Coordinación de Esquemas Secundarios, como el gateo o la pinza.
DESARROLLO SENSORIO - PERCEPTIVO.

El niño, durante el primer año, se relaciona con el medio a través de los sentidos (actividad sensorial), y al mismo tiempo actúa sobre las cosas de su entorno (actividad motriz). La conducta motriz es también cognitiva.
El niño es el centro de su universo, viviendo en un mundo dualista y, poco a poco, irá percibiendo a los otros, disminuyendo su gran egocentrismo.

DESARROLLO DE LA COMUNICACIÓN Y EL LENGUAJE.

Hasta los 10 - 12 meses no empieza a pronunciar las primeras palabras, aunque su génesis sea mucho anterior.
Los sonidos guturales, gritos, gestos, balbuceos..., que da como respuesta a una estimulación cuando el niño es muy pequeño, dará como resultado un desarrollo neuro-sensorial que es el facilitador del nacimiento de las primeras palabras hacia los 12 meses.

 EL PAPEL DE LOS ADULTOS.

Los adultos que más relación tiene con los niños son la familia, desde el momento del nacimiento y los educadores, cuando el niño es más mayor.
El ámbito familiar resulta de vital importancia en la progresiva conformación de la personalidad infantil.
La familia, además de brindarle alimento y cuidados físicos, otorga al niño la satisfacción de otra necesidad básica a estas edades: afecto y seguridad. La satisfacción de estas necesidades van a determinar e adecuado desarrollo de la confianza del niño en sí mismo y de su progresiva conformación de la autoestima.
Igualmente, el educador de infantil va a tener una gran tarea al llevar a cabo su labor de manera complementaria a la realizada por la familia. Una de sus labores fundamentales radica en la creación de un ambiente afectivo y seguro en el aula que fomente el crecimiento del “sí mismo” y autoestima infantil.
Por ello, entiendo que a estas edades es fundamental la relación del educador con los padres, puesto que ambos comparten unas funciones (facilitadora, estimuladora, orientadora) que deben complementar, compartir y potenciar.

EL MUNDO DEL RECIÉN NACIDO

La mayoría de los padres ignoran los métodos para enriquecer de una manera significativa el medio ambiente de su hijo recién nacido. También se sorprenden todavía al saber que ya desde las primeras horas de su nacimiento, el recién nacido puede ver, enfocar y seguir algunos objetos con la mirada. Oír y voltear la cabeza hacia donde escucha el sonido. Reconocer olores y sabores. Ser sensible a todos los estímulos que actúan sobre su piel. Responder con movimientos cuando lo conversan.

Es decir, el recién nacido es capaz de relacionarse con respuestas no verbales desde el principio de su vida. No es necesario esperar a que sonría o haya mejor fijación visual para corresponder a sus intentos de comunicación. Los padres deben esforzarse en comprender su muy peculiar modo de responder desde el comienzo de su vida, como, por ejemplo, cuando se calla o se pone alerta si lo cargan en posición vertical.

Para ello, es preciso que los padres aumenten sus conocimientos acerca de las capacidades conductuales del bebé recién nacido en relación a los estímulos que perciben a través de sus sentidos: Visión, Audición, Tacto, Gusto, Olfato, Equilibrio. Son sus únicos instrumentos para iniciar su vinculación con las personas y ese desconocido mundo que los rodea desde el instante en que pasa del vientre materno al exterior.

VISIÓN

   Ve claramente a 25 cms. de su cara.
   Identifica a su madre alrededor del cuarto día.
   Puede seguir con la mirada algunos objetos cuando son desplazados entre 25 y 30 cms.de su cara.
   Puede ver y distinguir unos colores de otros.
   Puede ver figuras y escoger entre varias una de su preferencia.
   Percibe profundidad y objetos bi y tridimensionales. De hecho, el recién nacido de tres semanas prefiere figuras tridimensionales como cilindros, pirámides y cubos. Y de todos los dibujos geométricos prefiere el círculo.
   Fija su vista sobre un objeto durante un tiempo que puede variar entre 4 a 10 segundos.

Pero después de ver por ejemplo, cuadros negros y blancos una semana durante tres minutos diarios, su atención puede incrementarse desde 10 segundos a 60 y hasta 90 segundos. Porque los recién nacidos realmente prefieren ver diseños en blanco y negro que colores brillantes o pasteles. El interés en estos dos colores que representan el máximo contraste, persiste hasta alrededor de dos meses de edad.
   Mueve sus ojos a pequeños saltos antes de escoger la figura que más le atrae,     cuando se le presentan dos o tres alternativas.

   Algunos bebés escudriñan el ambiente moviendo la cabeza y otros movilizando solamente sus ojos.
   Cuando se ve un objeto muchas veces puede perder el interés por lo que hay que aumentar la complejidad del objeto a mirar. Pero teniendo cuidado de no hacerlo tan demasiado complejo que no lo entienda. Si hay demasiados detalles en que concentrarse se distrae. Incluso puede llorar, dormirse, mirar a otro sitio, o simplemente ignorarlo.
   Al mes es capaz de apreciar la sonrisa de un rostro en una foto blanco y negro de 20 por 25 cms de tamaño.

AUDICIÓN

   Localiza sonidos desde el nacimiento volteando la cabeza hacia la derecha o hacia la izquierda buscando el sitio de donde provienen.
   A la semana reconoce la voz de mamá y papá.
   Diferencia sonidos verbales (voces) de sonidos no verbales (música, campanas, cascabeles, maracas, latido del corazón y otros sonidos).
   Prefiere sonidos sopranos y alegres que bajos y malhumorados.
   Le gusta oír la voz de sus padres, su nombre, arrullos, canciones, música clásica en particular, ruidos de papel al arrugarlo, campanas, risas, latido del corazón.

TACTO
   Puede diferenciar entre caliente y frío. Suavidad, firmeza, áspero y liso. Plano y acanalado. Pegajoso y resbaloso.
   Su mejor caricia es contacto de piel con piel.
   Las zonas de su cuerpo más sensitivas son: cara, palmas de las manos y plantas de los pies, columna vertebral y área genital.
   Los textiles pueden ser grandes estimulantes.
   Le gusta más el agua fresca (no helada) que caliente.

GUSTO
   Puede diferenciar entre dulce, salado y amargo
   Tiene preferencias entre distintos sabores.

OLFATO

   Puede distinguir entre el olor de su madre y la leche.
   Puede reconocer el olor de su madre en su ropa. Hay investigadores que refieren la importancia de que el bebé reconozca el olor de su mamá y de papá porque lo ayudan a saber a quien pertenecen.
   Es capaz de diferenciar entre olores que le gustan y olores que le disgustan.
   Le gustan los olores de la leche, de la ropa de mamá y papá, perfumes suaves, vainilla, canela, chocolate.

MOVIMIENTO

   Puede dirigir algunos de sus movimientos.
   Puede responder con movimientos cuando le conversan.
   Puede, desde las doce horas de nacido, imitar movimientos faciales como sacar la lengua, pestañear, abrir y cerrar la boca. Recordar que el rostro tiene que estar entre 25 y 30 cms. de su cara.
   Mueve los ojos y la cabeza inspeccionando los alrededores.
   Trata de alcanzar un objeto que se le enseñe a 25 cms de su cara, cuando lo cargan en posición vertical con los brazos libres.
   Se auto estimula con sus propios movimientos, pero puede estimularse también su sentido vestibular moviéndolo en el espacio.

PROGRAMA DE ESTIMULACIÓN: 0-3 MESES
ALIMENTACIÓN (para la madre)
  •         Previa higiene de la mama, sentada en una posición cómoda, relajada, sostenga al bebé con firmeza dejando su nariz libre.
  •         Toque las mejillas o los labios con el pezón o los dedos.
  •         Estimule la succión dándole a oler la leche regada alrededor del pezón.
  •     Con serenidad y paciencia permita que sea el niño el que coja el pezón, excitando los alrededores de su boca.
ALIMENTACIÓN
  •         El momento de la alimentación debe ser agradable para el niño, no se apresure.
  •         Háblele en tono afectuoso mientras lo alimenta, puede cantarle o arrullarlo.
  •         La alimentación es un momento que permite estrechar los lasos afectivos entre usted y su  hijo.
CONTROL DE LA CABEZA Y EL CUELLO. (Boca abajo)
  •          Coloque al niño en posición boca abajo sobre una superficie firme, con sus manos estiradas frente a él para lograr un buen apoyo.
  •         Situada frente a él, llame su atención con un juguete de color brillante y sonoro (maruga), recompénselo si levanta la cabeza o la mueve y mira hacia usted.
  •         Si el niño no levanta la cabeza, ayúdelo suavemente a aprender el movimiento repitiendo la actividad varias veces.
CONTROL DE LA CABEZA Y EL CUELLO. (Boca arriba)
  •        Coloque al niño en posición boca arriba sobre una superficie dura.
  •       Situado cerca de él, y utilizando un juguete de color llamativo, preferiblemente sonoro, atraiga su atención.
  •          Desplace el juguete a la derecha y a la izquierda suavemente, tratando de que el niño lo siga con la vista, moviendo su cabeza. Si no lo realiza, asístalo para que lo haga.
  •      También puede trasladarse de un lado al otro de la cuna, mientras le habla para atraer su atención.
   CONTROL DE LA CABEZA Y EL CUELLO. (Sentado)
  •            Coloque al niño en posición boca arriba sobre una superficie dura.
  •          Tomándolo suavemente por sus brazos, desplácelo a la posición de sentado, sosteniéndolo   con firmeza.
  •         Desarrolle la actividad en forma de juego, estimule la flexión de la cabeza mientras pasa a   la posición de sentado, asístalo en caso necesario.
CONTROL DE LA CABEZA Y EL CUELLO (Sentado)


  •         Con el niño en la posición de sentado, sosténgalo firmemente por los hombros, desplácelo hacia la derecha y a la izquierda, hacia delante y atrás, estimule para que la cabeza siga los movimientos del tronco manteniéndose alineada con este.
  •       Con el niño en la posición de sentado y sostenido por los hombros, indique a otra persona que se coloque a su lado y le llame la atención hablándole o mostrándole un juguete sonoro para que mire hacia ese lado, luego repita la actividad en el lado contrario.

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